A la ICAR le está resultando bastante rentable volver a despertar el espantajo de la conspiración judeomasónica. Ya lo he leido ultimamente en muchas catecismos "ounlaines", entonces, ello prueba que la Iglesia no ha cambiado nada; sigue siendo la misma institución totalitaria enemiga de los valores individuales; represora de la sexualidad, fea, puta y mala. Ultimamente va de víctima la muy puta apaleada, porque su deriva ultraconservadora se le está volviendo en contra: los casos de diócesis implicadas en proteger y ocultar miles de casos de pederastia en todo el mundo han salido a la luz, las constantes metidas de pata de su Santidad Benedicto XVI, y el avance de sectas cristianas (todavías más putas que las gallinas, más putas que la ICAR) y el Islam (religión totalitaria) dibujan un oscuro futuro para el liderazgo del club de alterne que es este mundo prostituido en sábanas manchadas de sangre de los pobres y oprimidos del mundo, y semen de los satrapas y tiranos.
"Se puede decir más alto pero no más claro. El obispo emérito de Mondoñedo-Ferrol, José Gea, ha escrito un artículo clarificador en donde marca un claro paralelismo entre la acción legislativa que impulsa el presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero, y el programa que en todos los países desarrolla la masonería centrado en la ideología de género y la familia."
Realmente es muy dfícil de entender la obsesión que tienen los curas con el concepto de familia, más que todo porque ellos no saben los que es una familia: reniegan de ese concepto al renegar del sexo, de la sexualidad y la procreación. Seguir leyendo a estos amantes del celibato y la mano fácil y traviesa (meterle mano a niños) aquí.
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